Una tarde de miércoles, soleada después de salir de la universidad
nos dirigimos a Chía mas exactamente a un bar café que se llama Solemne, donde
Santiago pidió una cerveza artesanal, Daniel estaba próximo a llegar y nosotras
esperábamos con ansias ese momento. Santiago comenzó a contarnos de su vida de
cosas tan simples como su perro de nombre poncho, hasta contarnos que lo echaron
del Newman y actualmente estudia en el Gimnasio los Robles , en esa
conversación amena ,chistosa y un poco curiosa Santiago Velandia nos cuenta que es un graffitero de 17 años
,rapado,que mide 1.70, o eso cree,blanco pero quemado por el sol , de ojos cafes , con cierto gusto hacia los tatuajes,quien desde pequeño ha estado involucrado con la música y la pintura, comenzó a
definir muchos conceptos de utilidad en la calle por los cuales decidió interactuar
con la ciudad hace cuatro años y de este
modo plasmar ideas y darle un mensaje a los transeúntes. Santiago expresa “Yo
hago esto como ejercicio de introspección, de expresión y de compresión de mí mismo “, con una gran sonrisa
en su rostro mientras llamaba al mesero para que le trajera otra cerveza.
La conversación fluyo , pero nos estábamos desviando del tema
así que de una forma abrupta le preguntamos cual fue su anécdota mas importante
en el desarrollo de este arte ,en ese momento Santiago con algunas carcajadas y
haciéndonos cara de extrañeza se pone a hacer cuentas con sus dedos para darnos
una respuesta inesperada , “Una tarde de agosto no recuerdo bien que día compartía
con un parcero que pinta desde hace muchos años, él me contaba todas sus
vivencias, esa noche más o menos a las 10:00pm Salí con un amigo y compre una lata,
como siempre he dibujado cogí uno de los dibujos que tenía guardados y lo pinte
de un solo tono en una pared de mi barrio lo más interesante de esto es que lo
veo cada vez que voy a mi colegio y me doy cuenta de lo mucho que he mejorado.”
Además de esto Santiago dijo que hace cuatro años que empezó
esta actividad cree que a través del arte en las calles se genera una nueva
perspectiva y de esta misma manera esta se vuelve un modo de relacionarse con
la ciudad; por otro lado hay otra forma de expresión como el malabarismo que
hace Daniel Galvis uno de sus amigos de calle y quienes se conocieron
practicando estas actividades hace dos años, Santiago expresa admiración y preocupación
porque Daniel no llegaba y el celular lo llevaba a correo de voz.
De una manera casi increíble y como si fuera invocado Daniel llega al bar pidiendo disculpas por la demora y dándonos explicaciones típicas como había trancón, Daniel Galvis es un malabarista de 17 años quien empezó a practicar esta actividad el 29 de abril del 2009 con ayuda de algunos de sus amigos que ya practicaban este arte y por los que decidió unirse a esta práctica.
De una manera casi increíble y como si fuera invocado Daniel llega al bar pidiendo disculpas por la demora y dándonos explicaciones típicas como había trancón, Daniel Galvis es un malabarista de 17 años quien empezó a practicar esta actividad el 29 de abril del 2009 con ayuda de algunos de sus amigos que ya practicaban este arte y por los que decidió unirse a esta práctica.
Al principio para Daniel esta forma de expresarse fue una
labor compleja ya que sus capacidades motoras no le ayudaban del todo ,al
contarnos esto se sonrojaba mientras nosotras nos burlábamos , además de esto
nos contaba que no tenia aros, ni clavas , ni bolas, así que decidió usar
pelotas de tenis para comenzar con su práctica y mecanizar la secuencia, estas
pelotas de tenis eran muy livianas y le
tocó meterles harina para que no se las llevara tan fácil el viento el problema
era que cuando se pegaba se le hacían grandes
moretones.
-Dice Daniel- “Tal vez esta forma de expresión es un modo de
sentir que tengo todo bajo control, tal vez es un arte, lo importante es que lo
hago con amor y si no entonces dejaría de ser un arte”
Daniel después de entrar en confianza y con varias cervezas enzima
riéndose y con los ojos iluminados nos comienza a hablar de como progreso en
esta actividad , no sabíamos que recordaba pero claramente lo ponía muy feliz,
primero nos cuenta que practicaba en los descansos del colegio donde todos lo veían
,muchos se burlaban y otros le ayudaban ,después practicaba mas seguido y
dedicaba mínimo una hora diaria para este arte que lo tomo como disciplina
,gracias a esto fue mejorando y a medida que lo hacia ahorraba para comprar sus
propios elementos, después de tres meses lo logro ya podía hacer varios trucos
y tenia clavas y aros , pero lo monótono
no le gustaba así que hacia malabares con frutas,botellas,peluches, y todo lo
que encontrara por ahí.
Daniel decide contarnos su anécdota más importante después de
darle varias vueltas al asunto con chistes muy malos demostrando un serio
problema de atención.
- El 21 de enero del 2010 como a la 1:00pm fui con unos amigos hacer malabares, varios niños se acercaron y al ver que cambiaba de objetos y sabia hacer varios trucos me regalaban un aplauso y una sonrisa, esto lo guardo como la mayor gratificación de lo que vale este arte y como una motivación a seguir haciéndolo.
- El 21 de enero del 2010 como a la 1:00pm fui con unos amigos hacer malabares, varios niños se acercaron y al ver que cambiaba de objetos y sabia hacer varios trucos me regalaban un aplauso y una sonrisa, esto lo guardo como la mayor gratificación de lo que vale este arte y como una motivación a seguir haciéndolo.
Tanto Daniel como Santiago nos describen el arte callejero o
arte urbano como un término perdido, pues ellos ven que la ciudadanía no tiene
el valor ni el conocimiento suficiente para poder catalogar este arte como
realmente es, ellos ven que este arte es
en realidad tomarse un espacio público como escenario y hacer que los
movimientos hablen por sí mismos. Ambos se han dedicado a la calle comparten un
mismo espacio son compañeros de estas destrezas y se colaboran mutuamente para
progresar.
Dice Santiago que su primera experiencia juntos lo marco fuertemente ya que fue su primer grafiti a color y Daniel junto con otros amigos ayudaban a corregir la técnica para así progresar; Daniel nos cuenta esta experiencia como algo impactante ya que con el apoyo de Santiago y sus otros parceros se paro en un semáforo lo cual era algo que el siempre había querido pero nunca lo había hecho por miedo ,en ese momento los dos se miraron y brindaron por los viejos momentos mientras nosotras en murmullos nos preguntábamos qué tan borrachos estaban y que haríamos con ellos , sin embargo continuamos la charla como hasta las 8:30 cuando el padre de Santiago llamo y él se tuvo que retirar del café, Daniel se devolvió con nosotras a Bogotá y en el portal del norte cada cual se dividió para llegar a su destino.
Dice Santiago que su primera experiencia juntos lo marco fuertemente ya que fue su primer grafiti a color y Daniel junto con otros amigos ayudaban a corregir la técnica para así progresar; Daniel nos cuenta esta experiencia como algo impactante ya que con el apoyo de Santiago y sus otros parceros se paro en un semáforo lo cual era algo que el siempre había querido pero nunca lo había hecho por miedo ,en ese momento los dos se miraron y brindaron por los viejos momentos mientras nosotras en murmullos nos preguntábamos qué tan borrachos estaban y que haríamos con ellos , sin embargo continuamos la charla como hasta las 8:30 cuando el padre de Santiago llamo y él se tuvo que retirar del café, Daniel se devolvió con nosotras a Bogotá y en el portal del norte cada cual se dividió para llegar a su destino.
Estos dos amigos y compañeros del arte callejero seguirán dando un mensaje a la ciudadanía, regalando sonrisas, creando grandes expectativas y generando conciencia, este 2012 les deparará más momentos como lo fue hace una semana un último graffiti y una gran presentación de malabarismo, personas tan amables y con tantos ideales tienen mucho que darle al mundo, mucho que expresar y desde pequeños actos hacen un cambio.
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